Un día tienes una planta hermosa y de pronto muere
Aunque la sigas cuidando como siempre. La muerte súbita de plantas puede
tener varios causantes que debes conocer si no quieres que vuelva a suceder.
La primera pudiese ser el exceso del riego, que
significó el debilitamiento y descomposición de las raíces o por el contrario
el secamiento del terreno y resequedad de las raíces y tallos. Para que una planta viva es mejor que
su suelo se seque entre riegos. Solo vuelve
a regar si la tierra al tacto está seca.
La segunda posibilidad de la muerte súbita de una
planta es la llegada de plagas invisibles. Si
el riego inadecuado no fue el problema, quizás fueron las plagas. Algunas
son más difíciles de detectar que otras.
Las
cochinillas se presentan como masas algodonosas, generalmente en las
articulaciones o envés de las hojas.
Los ácaros son tan pequeños que casi ni
se ven a simple vista, mientras que la escala se ve como una cubierta exterior
de cera.
Las 5 situaciones que pueden amenazar a un jardín, un cultivo o una planta
El uso consciente o inconsciente de productos químicos para eliminar insectos. Asegúrate de que no haya tenido contacto con ningún herbicida o producto químico, que eliminan insectos, porque de eso no puede sobrevivir una planta falta de sol.
Aunque es bastante obvio que las plantas
necesitan luz solar para vivir, muchas veces la deficiencia en este aspecto
puede matarla inesperadamente. Demasiado sol o nada hará morir la planta de
inmediato. También puede morir una planta por enfermedades propiciadas por
hongos, falta de humedad o exceso de fertilización.
El cortar, recoger frutos o podar las plantas con
estados emocionales no adecuados, como la gripe, estar molesto, en el caso de las mujeres con el siclo
menstrual o por ultimo pero no menos importante “el padecimiento del mal de ojo”, puede
decirse que la creencia en el mal de ojo es tan antigua como la civilización
misma. Así, los primeros testimonios son de origen sumerio y babilonio (hoy Irak)
y tienen unos 5000 años de antigüedad.
Desde entonces hasta la actualidad, todas las culturas han creído en el poder de la
mirada para transmitir malas vibraciones, enfermedades e incluso la muerte de
animales y plantas. Y todas han tratado de combatirlo por medio de
diferentes métodos.
El aojamiento es una creencia cuya universalidad
puede constatarse tanto en el espacio como en el tiempo. El conocimiento de
este influjo maléfico nos llega desde múltiples lugares del planeta (China, India,
Filipinas, Estados Unidos, Italia y España). En cuanto al tiempo, se tiene
constancia escrita de que este mal era ya conocido en las civilizaciones aztecas
y mayas.
Además, algunos pueblos precolombinos afirmaban
que una persona podía ejercer mal de ojo a un enemigo si lo miraba masticando
los granos de maíz que había depositado previamente en la boca de un cadáver. En
algunas zonas amazónicas, cuando el sacerdote o hechicero conjuraba a los
demonios, los individuos miraban hacia el suelo para evitar que el mal cayese
sobre ellos.
En el antiguo Egipto estaba tajantemente
prohibido mirar a los ojos del faraón para así protegerlo de cualquier efecto
maléfico con que se pretendiera dañarlo y como medida preventiva, se usaba el ojo
de Horus como amuleto para impedir las malas influencias de los aojadores.
En la Roma clásica colgaban hojas de eucalipto a
la entrada de sus casas para impedir ser víctimas de este maleficio y la
tradición aconsejaba no mirar a un reo que estuviese sangrando a fin de evitar
que su dolor y su rabia provocasen en ellos el aojamiento.
En Grecia, por su parte, se utilizaba aloe y
mirra para combatir este mal.
En España, la creencia fue introducida en tiempos
de la dominación árabe y aún pervive, particularmente en las zonas rurales y
apartadas. En las grandes urbes, esta creencia se abre paso con bastante
dificultad y sólo afecta a niveles culturales muy bajos.
Para
combatir este último conseguimos unas recetes que hoy compartiremos con todos
ustedes, resulta que toda la magia
blanca que utiliza hierbas naturales resulta positiva para curar el mal de ojo.
Las hierbas se queman y así, el poder del humo se usa para purificar personas,
animales, plantas, objetos y lugares en particular. Para hacerlo, prenda unos
carbones y coloque las hierbas habituales e históricas que se usan contra malas
energías que son: Ruda, romero,
albahaca, orégano y perejil.
Una vez que el humo comience a fluir, vaya
sacándolo con la mano hacia la persona, animal o planta en cuestión, haciendo
tres veces la señal de la santa cruz. Si es una casa, campo, conuco o rebaño
haga la señal con el sahumador en la mano. Que puede ser una lata u olla con
asa que nos permita sostener y a su vez caminar con ella sin que nos hagamos daño.
Rece tres veces el padre nuestro y la oración más practicada por su familia. Acción
que debería hacer a primeras hora de la mañana o en el atardecer
preferiblemente los días jueves (por jueves santos en el caso de los católicos)
o domingo, por ser el séptimo día especial para hogares y negocios: tome un
crucifijo en la mano derecha y un cuchillo de cortar nuevo en la izquierda, con
la punta hacia arriba. Vaya pasando por cada ambiente y recitando: “envidia
abajo, abajo envidia. Arriba caridad, progreso y salud. Abajo envidia. ¡Afuera,
afuera, envidia y daño!
Esperamos
te ayude para la purificación de tus espacios en especial la de tus huertos y
plantas, evitando así la muerte súbita de las mismas.
Comentarios
Publicar un comentario